El viernes 30 de mayo a las 18:30 nos sentaremos a charlar sobre este libro ameno, dinámico y que engancha desde la primera página.
Abajo os dejo el enlace de El País donde se habla sobre él.
Con la historia de Serena Frome, una joven estudiante reclutada en Cambridge en la década de los setenta por el servicio secreto británico MI5,
McEwan ha vuelto a lograrlo. Y ha demostrado que, aunque cambie el
envoltorio (bajo el sobrenombre de “novela de espionaje”) la esencia se
mantiene: un nivel continuo de interés, una prosa bella como pocas y una astucia psicológica y narrativa que están muy por encima de la media.
La diferencia en esta ocasión
es el mundo que revela su foco: la llamada “guerra fría cultural” o
“guerra de las ideas” que tuvo lugar bajo el auspicio del servicio
secreto británico y, especialmente, de la CIA, empeñada en secreto y a golpe de talonario en convencer a los intelectuales de que Occidente era la mejor opción.
Un contexto en el que Frome, el personaje principal de la novela,
participa activamente enrolando en una fundación a Tom Haley, un joven
escritor que tiene mucho del McEwan principiante, y del que acabará enamorándose.
Pero, más allá de este telón de fondo en el que se describe la intromisión del poder en la cultura de aquellos años, Operación Dulce es, como ha declarado el propio McEwan, una historia de amor. La que surge entre un hombre y una mujer pero, sobre todo, la que se da entre los lectores (y el propio autor) y la literatura. Un homenaje a la escritura y al poder de la imaginación
que McEwan logra con la relación que se establece entre la joven espía,
incansable lectora, y Haley, el escritor algo inexperto en el que
podemos adivinar a una suerte de “alter ego” del autor.
Un guiño, al fin y al cabo, a la novela, el espacio en el que el británico se sigue reconociendo como lo que Por María J. Mateo
http://cultura.elpais.com/cultura/2013/10/16/actualidad/1381934954_580822.html
lunes, 26 de mayo de 2014
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